Era enero de 1979. Recuerdo lo impresionante que me resultaba acceder a la redacción de "Blanco y Negro" desde la madrileña calle de Serrano. Entrabas al suntuoso portal, subías las escaleras a la derecha y atravesabas una sucesión de despachos, todos en maderas nobles color pino meli, que crujían bajo tus pies.Te supervisaban las miradas desde los cuadros y algún bustode los fundadores del rotativo en 1903 y sus descendientes, la familia Luca de Tena . Al fin, llegaba a la redacción donde encontraba a Santiago López Castillo , hoy fallecido, la polifacética estrella de imprentas, rotativas y cámaras de televisión, y a José Ramón Pardo , también un nombre legendario en la radio ( la última vez que lo ví fue hace un par de años en el concierto despedida de Rubén Blades , el sonero del pueblo). En aquella redacción tuve la suerte de ofrecer, y que me las aceptasen, exclusivas que me habían costado meses de investigación. Les dejo con un reportaje que ho...