Una arquitectura de cine que languidece con los años
Fotos: Juan Girón Roger. En su buena época, la Gran Vía madrileña contó con al menos 13 salas cinematográficas de postín. Yo vi " La noche de los muertos vivientes " en una sesión matinal del cine Rex, rodeado de empleadas de Galerias Preciados que debían de entrar a trabajar más tarde y se comían un bocata mañanero contemplando cómo los zombis se zampaban las vísceras de sus conciudadanos que aun estaban vivos. Traigo esto a colación porque la industria de las salas cinematógraficas está pasando por horas bajas. Están las plataformas multimedia tipo Netflix o Disney que estrenan directamente sus películas en la peurña pantalla para sus abonados. Está la andemia, que supusio el cierre temporal y luego definitivo de no pocos establecimientos de este sector. Algunos supervivientes se aferran a las grandes cadenas que tienen sus salas desperdigadas a través del tejido de grandes centros comerciales del país. Lejos están los días de la sesión continua, o de los cines como el