Vigo: negarlo no es una opción
Fotos:Juan Girón Roger.
. Vigo es la ciudad más grande de Galicia. Volcada al mar, pero con el olivo como símbolo. Sus habitantes se han distinguido siempre por ser los que se llevan la fama de más laboriosos de las cuatro provincias de la comunidad autónoma.Cuna de héroes (el contralmirante Méndez Núñez) y de bardos (el trovador Martin Códax, que hizo famosas sus cantigas en el siglo XIII, como la de "Olas del mar de Vigo, ¿visteis a mi amigo? ¡Ay, Dios! ¿Vendrá pronto?" ); también residieron allí literatos como Concepción Arenal, Gonzalo Torrente Ballester o Camilo José Cela, entre otros muchos.
. Por su situación geográfica, tuvo que resistir invasiones como la de las tropas napoleónicas o las de los ingleses que en 1719 rindieron la ciudad.Pero Vigo se volvió a levantar y con el tiempo se convirtió en una ciudad industrializada con un marcado espíritu emprendeor en sus gentes. . En el imaginario de la leyenda (¿o realidad?), la idea de que en aguas de la ría de Vigo permanece una multitud de galeones hundidos y repletos de oro americano, según refirió Julio Verne en "Veinte mil leguas de viaje submarino" en boca del capitán Nemo, a los mandos del Nautilus.
. Poesía urbana: "Las nubes dejan en el mar besos y versos para soñar"
. También se ofrece al visitante el imponente Castro y su fortaleza que antaño se combinaba con la de San Sebastián para repeler ataques enemigos. En las inmediaciones del Castro se conservan unas ruinas castreñas (siglo III antes de Cristo) que merece la pena visitar. Desde lo alto del Castro, se divisa el puerto, de donde salen barquitos para visitar las islas Cíes (parque nacional de las islas atlánticas de Galicia), la isla de Oms...
. Hay barrios como O Berbés, no lejos de la lonja, que guardan el encanto de un pueblo marinero. Y está el mercado de A Pedra, donde se pueden degustar ostras frescas. La calle del Príncipe es la calle comercial por excelencia y en su extremo hay un centro municipal que en el pasado fue prisión. En la Puerta del Sol, destaca O Sireno, una escultura metálica de Francisco Leiro que nos evoca la fauna de la película "Avatar".
. La ciudad se halla en permanente evolución debido a su alcalde, que se esfuerza por mantener sus calles y avenidas cuidadas y facilitando también la accesibilidad. No hay que olvidar que Vigo tiene unas cuestas que quitan el hipo y la respiración.
. Monumentos a Méndez Núñez, al Trabajo, a la emigración (los famosos "indianos"), al papel histórico de la ciudad durante las guerras de Cuba y Filipinas, a los pescadores, a la mar, al caballo, jalonan distintos emplazamientos de Vigo.
. La ciudad ha evolucionado mucho, así como sus habitantes. Tanto que resulta ya difícil -por no decir imposible- escuchar a un vigués la típica geada "Soy de Vijo, y no lo niejo" (Soy de Vigo, y no lo niego), salvo que esté bromeando, claro está.
. Vigo es la ciudad más grande de Galicia. Volcada al mar, pero con el olivo como símbolo. Sus habitantes se han distinguido siempre por ser los que se llevan la fama de más laboriosos de las cuatro provincias de la comunidad autónoma.Cuna de héroes (el contralmirante Méndez Núñez) y de bardos (el trovador Martin Códax, que hizo famosas sus cantigas en el siglo XIII, como la de "Olas del mar de Vigo, ¿visteis a mi amigo? ¡Ay, Dios! ¿Vendrá pronto?" ); también residieron allí literatos como Concepción Arenal, Gonzalo Torrente Ballester o Camilo José Cela, entre otros muchos.
. Por su situación geográfica, tuvo que resistir invasiones como la de las tropas napoleónicas o las de los ingleses que en 1719 rindieron la ciudad.Pero Vigo se volvió a levantar y con el tiempo se convirtió en una ciudad industrializada con un marcado espíritu emprendeor en sus gentes. . En el imaginario de la leyenda (¿o realidad?), la idea de que en aguas de la ría de Vigo permanece una multitud de galeones hundidos y repletos de oro americano, según refirió Julio Verne en "Veinte mil leguas de viaje submarino" en boca del capitán Nemo, a los mandos del Nautilus.
. Poesía urbana: "Las nubes dejan en el mar besos y versos para soñar"
. También se ofrece al visitante el imponente Castro y su fortaleza que antaño se combinaba con la de San Sebastián para repeler ataques enemigos. En las inmediaciones del Castro se conservan unas ruinas castreñas (siglo III antes de Cristo) que merece la pena visitar. Desde lo alto del Castro, se divisa el puerto, de donde salen barquitos para visitar las islas Cíes (parque nacional de las islas atlánticas de Galicia), la isla de Oms...
. Hay barrios como O Berbés, no lejos de la lonja, que guardan el encanto de un pueblo marinero. Y está el mercado de A Pedra, donde se pueden degustar ostras frescas. La calle del Príncipe es la calle comercial por excelencia y en su extremo hay un centro municipal que en el pasado fue prisión. En la Puerta del Sol, destaca O Sireno, una escultura metálica de Francisco Leiro que nos evoca la fauna de la película "Avatar".
. La ciudad se halla en permanente evolución debido a su alcalde, que se esfuerza por mantener sus calles y avenidas cuidadas y facilitando también la accesibilidad. No hay que olvidar que Vigo tiene unas cuestas que quitan el hipo y la respiración.
. Monumentos a Méndez Núñez, al Trabajo, a la emigración (los famosos "indianos"), al papel histórico de la ciudad durante las guerras de Cuba y Filipinas, a los pescadores, a la mar, al caballo, jalonan distintos emplazamientos de Vigo.
. La ciudad ha evolucionado mucho, así como sus habitantes. Tanto que resulta ya difícil -por no decir imposible- escuchar a un vigués la típica geada "Soy de Vijo, y no lo niejo" (Soy de Vigo, y no lo niego), salvo que esté bromeando, claro está.
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