Un día en las carreras en el Oeste de Francia

Texto y fotos: Juan Girón Roger.
Motores chisporroteando, un fuerte olor a gasolina en el aire, espectadores emocionados animando a los contendientes más rápidos... Casi esperaríamos ver a “Pierre Nodoyuna” y su fiel perro “Patán” con el pedal a fondo en la carrera de los “Autos locos”.
Una vez al año, los amantes de los coches vintage honran una cita tradicional en Le Puy Notre-Dame, una localidad de origen medieval en el corazón de l’Anjou, en el valle del Loira (Francia).
Su Grand Prix Rétro se celebra en la última semana de julio y permite a los visitantes saborear las competiciones de coches de antaño, proporcionando una retrospectiva de una época pasada que añoran muchos de los propietarios de estos modelos, que parecen sacados de una máquina del tiempo.
El Grand Prix Rétro es la mayor reunión de Europa de automóviles de tres ruedas de la década de los 20 del pasado siglo y cyclecars (pequeños coches fabricados entre 1910 y finales de los años 20), así como otros véhicules d’époque construidos antes de 1940. Se trata de una vitrina de glorias pasadas para Bentley, MG, Bugatti, Amilcar, Frazer Dash o Darmont – con coches excepcionalmente conservados, muchos procedentes del Reino Unido- y también motocicletas y sidecars fabricados antes de 1950.
La carrera sigue un circuito, protegido por fardos de heno, a través del centro de Le Puy Notre-Dame, un village de charme (pueblo con encanto) que cuenta con profundas raíces históricas: no conviene perderse su impresionante colegiata del siglo XIII donde se guarda y venera el cinturón sagrado de la Vírgen María, recuperado por los cruzados en Tierra Santa.
El pueblo cuenta con varios gîtes (alojamientos de turismo rural), un concepto de turismo fuertemente apoyado por la Comisión Europea debido a su elevado valor frente a la masificación, como una alternativa basada en el desarrollo sostenible.
Los automóviles históricos, de antes de la Segunda Guerra Mundial, suelen ser muy valorados por su rareza y estado de conservación. Eso los convierte en piezas clave dentro del mercado de coleccionismo de coches clásicos.
Las carreras de coches retro, también conocidas como Vintage Racing, son eventos muy populares en Europa que atraen a entusiastas de los automóviles clásicos de todo el mundo. Estas manifestaciones de devoción por la historia automovilística no sólo celebran el pasado de una industria, sino que también representan un negocio lucrativo que mueve millones de euros cada año. De hecho, el sector de los coches clásicos en Europa genera un volumen de negocio estimado en 16.000 millones de euros anuales, según datos de la Federación Española de Vehículos Antiguos (FEVA). Este mercado incluye actividades como restauración, compraventa, mantenimiento y eventos que tocan ese ámbito. Y en su entorno, se mueven más de 9.000 empresas relacionadas con este sector.
En Europa, el índice de mayor número de automóviles históricos censados lo encabeza el Reino Unido (con más de 1,5 millones de vehículos), seguido por Alemania (cerca de 600.000) y Francia (400.000); España, por su parte, tiene censados más de 45.000.
Sus vehículos nos recuerdan a los que mostraba la película “Aquellos chalados en sus locos cacharros” (1965), sólo que en pleno siglo XXI.
Lo cierto es que para los propietarios de estas joyas sobre ruedas, el mantenimiento resulta clave, con un coste anual medio de unos 1,000 euros, en el caso de que les sonría la fortuna y no tengan que restaurar sus piezas de colección: porque el coste de una restauración puede ir de 5,000 euros, si es básica, a más de 50,000 si es completa.
La iniciativa de la carrera de coches vintage en Le Puy Notre-Dame fue lanzada por el grupo local de propietarios de viñedos en 1997 y, desde entonces, lo gestiona una asociación dedicada específicamente a esa iniciativa, con el apoyo altruista de varias organizaciones y personas a título particular. Comenzaron con menos de una docena de coches y apenas unos pocos espectadores. Hoy, el Grand Prix Rétro del Puy Notre-Dame atrae a aficionados a los vehículos de carreras de antes de la guerra y también a turistas curiosos por ver esas piezas de museo en movimiento y satisfechos de que que los sobresalte el chisporroteo de esos tubos de escape con historia.
Le Puy-Notre-Dame es también una importante ciudad vinícola de las variedades Saumur y Rosé d’Anjou. A diferencia de sus vinos, el evento Grand Prix Rétro sí que puede consumirse sin moderación.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Walter Canevaro: magia, simbolismo y acordes de tango.

Annick Vandorpe: cuando la ficción te arrebata las riendas.

NYC: Sobrevivir a la sombra de los rascacielos