"La pluma tiene más filo que la espada".

Foto de apertura por cortesía de jean-wimmerlin de Unsplash. Las tallas de marfil arrastran una historia milenaria. Fueron parte de las civilizaciones egipcia, griega, romana, nipona, china e hindú. Fue una victoria de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas (CITES)lo que llevó a la ilegalización de la talla de marfil en casi todo el mundo. La presión del Fondo Internacional para el Bienestar de los Animales consiguió que desde 2007 todos los productos fabricados con marfil fueran prohibidos en la plataforma de ventas de Internet eBay.Pero persiste el comercio ilícito y las matanzas de elefantes y rinocerontes por parte de los furtivos. Como esperanza, no podemos decir, como el personaje de Bogart en " Casablanca ", " Siempre nos quedará París ", pero sí podemos confiar en que el marfil vegetal a base de nuez dura sudamericana acabe por sustituir esas tallas de marfil que culturas como la china consideran intrínsecas a sus creen