"La pluma tiene más filo que la espada".

Foto de apertura por cortesía de markus-spiske de Unsplash . Los timoneles de la industria europea de los años 90 han dejado paso a sus relevos. Ley de vida. Ley de muerte. De los grandes empresarios que reunía el reportaje que comparto hoy con ustedes, publicado en la revista Futuro en junio de 1990, sólo queda uno con vida y es nonagenario ( Edzard Reuter , nacido en 1928). Los demás pasaron a mejor vida, dejando tras ellos inmensas fortunas y conglomerados industriales y herederos: unos, amigos de continuar la saga; otros, amigos de dilapidar los activos. Estamos hablando de Antoine Riboud ( fallecido en 2008), Raul Gardini ( en 1993), Giovanni Agnelli ( en 2003), Lord Weinstock ( en 2002) o Sir Anthony Tennant ( desaparecido en 2011). Como dice el refrán anglosajón: " You can´t take it away with you " ( no te puedes llevar tus gananacias contigo a la tumba).

Foto de apertura por cortesía de frenjamin-benklin de Unsplash. No lo hacen. Pero para acceder a estas fábricas deberían exigir al visitante un certificado de no haber roto un plato en su vida. Estamos hablando de cristalería fina, cuyas piezas se venden por muchos miles de euros y cuya pérdida o deterioro por un movimiento torpe o descuidado, puede ser el origen de una tragedia veneciana. Claro como el cristal. La alta cristalería goza de una gran tradición en Europa. Empezando por el cristal de Bohemia , que empezó a producirse en la antigua Checoslovaquia y en Polonia en el siglo XIII, el de Murano (1291 ), hasta el cristal de Sèvres ( 1750), pasando por el de Baccarat ( 1764), el de Vista Alegre ( 1824, que se fusionaría con su compatriota lusa Atlantis en 2001) o el de Lalique ( 1812), éste último considerado como uno de los símbolos del lujo francés. A propósito, si les parece que, del listado anterior, faltan Luminarc o Duralex , sigan leyendo y verán por qué esas

 Los diamantes se emplean como gemas desde tiempo inmemorial. Su precio fluctúa debido a distintos factores. Y no todo diamante vale. Los llamados "diamantes de sangre" comercializados a partir de material salido de zonas en guerra son rechazados por la industria. Con todo, Amnistía Internacional ha puesto el dedo en el ojo de esta industria en diversas ocasiones. La acusan de no hacer respetar los derechos humanos en las cadenas de suministro.     A medidados de los 90, la revista "Dinero" publicó una entrevista, con foto del gran Ricardo Márquez ,  con una directiva de De Beers, la firma más conocida de esa industria. Lo que me llamó la atención fue su naturalidad al comentar que se esforzaban por mantener los precios más altos posibles para proteger a la industria. En otras palabras, su tarea era la de convertir el bien que vendían en algo prohibitivo, que no estuviera al alcance de todo el mundo. Sólo así podría sobrevivir su negocio.  Y lo cierto es que  parece