"La pluma tiene más filo que la espada".

Fotos: Juan Girón Roger. Vuelvo a la cita que mantengo con ustedes después de un fin de semana en París. ¿Recuerdan haber oído aquello de "La nena no puede atenderte, porque la están peinando"? En la capital gala, la Torre Eiffel sufre la vigésima campaña de decapado y pintura, con lo que, a pesar de que la están pintando y despojándola de capas ya deterioradas, la Torre que ideó Gustave Eiffel sí puede atenderlos. Por eso continúan las colas de turístas ávidos de subir a este icono francés, tranquilamente, por el ascensor, o, con la lengua fuera, por las escaleras. Construirla durante más de dos años para para la Exposición Universal de 1889 -que festejaba los primeros cien años desde la revolución francesa- costó el equivalente de unos 36 millones de dólares, y se estimaba que iba a durar 20 años. Eran unas predicciones demasiado conservadoras. En 2017 se lanzó una campaña de renovación que durará 15 años y costará alrededor de 300 millones de euros, centrada en r