"La pluma tiene más filo que la espada".

Fotos: Juan Girón Roger. Tras el Concilio de Trento de 1563, la oración por las ánimas del purgatorio recibió un importante espaldarazo.Se permitió entonces a los sacerdotes católicos difundir la existencia del purgatorio, poblado por las almas de los difuntos que debían purificarse antes de llegar al paraíso. El purgatorio, según esa doctrina, estaba envuelto en llamas y sus moradores sufrían, aunque no eternamente, sino de forma temporal, un plazo que podía reducirse si se rezaba por ellas y se encargaban misas en su recuerdo. Uno de los escritos que tuvieron mayor influencia en la época fue el del tratadista José Boneta y Laplana , publicado en 1689 bajo el prometedor título de " Gritos del purgatorio y medios para acallarlos ". La práctica recomendada consiste en orar por las ánimas del purgatorio, y en contrapartida, pedirles gracias e intercesión ante Dios y los santos. Según la tradición, los estadíos que recorrería el alma que no ha ido al infierno ni tampoco al

Fotos : Juan Girón Roger. Se cuenta que el botafumeiro -dispensador de humo- de la catedral de Santiago de Compostela se usaba en la Edad Media para mitigar el olor de los peregrinos que llegaban en condiciones penosas de higiene al templo. Hoy forma parte de su liturgia, y este incensario de 60 kilos, bañado en plata, manejado por ocho personas ( tiraboleiros ) y que tiene metro y medio de altura, es un elemento clave de algunas de las ceremonias religiosas en la catedral. En la misa del peregrino, por ejemplo. El sacerdote advierte a la gente que permanezca sentada, por motivos de seguridad, ya que un improbable -aunque nunca se sabe- desvío del botafumeiro podría tener consecuencias dramáticas para quien lo sufriera en propias carnes. Santiago celebra este año su segunda vuelta del año jacobeo ( 2021-2022), extendido a causa de la pandemia. Sus calles están llenas de peregrinos procedentes de todo el mundo. Y la ciudad tiene mucho que ofrecer en lo tocante a historia y

Foto de apertura por cortesía de san-fermin-pamplona de Pexels. El escritor, viajero y periodista murciano José Luis Castillo-Puche mantuvo una relación de amistad con su colega de letras del otro lado del charco Ernest Hemingway . Viajaron juntos por España y congeniaban. El autor de "El viejo y el mar" sse definía como "anarquista cristiano" y vivía la religión a su manera, pero en España visitaba la catedral de Pamplona para rezar por la y suerte de los toreros y de los mozos que corrían delante de los astados. Castillo-Puche , fallecido en 2004 , escribió diversos relatos cortos y biografía y se inscribía en lo que algunos llamaban "existencialismo católico", próximo al credo del escritor norteamericano que, paradójicamente, se suicidaría de un escopetazo en 1961. Los dejo con el reportaje que publicó sobre este tema en enero de 1983 el "Dominical" de la cadena Edica.