"La pluma tiene más filo que la espada".

Foto de apertura, por cortesía de sharon-lawson de Unsplash . A menudo se ha escrito sobre la llamada " mafia de las batas blancas " para aludir al muro de silencio que frecuentemente se produce cuando se denuncia una mala práctica médica.Es como la " omertá ", la ley del silencio de ese colectivo, que tiene a proteger a los suyos a cualquier precio, aun poniendole sordina a escándalos que en otras profesiones habrían provocado investigaciones en profundidad y posiblemente hecho rodar cabezas, por así decirlo. El servicio de cardiología que dirigía el doctor Martínez Bordiú estuvo en el ojo del huracán más de una vez. Se habló de que en la raíz de este escándalo estaban los intereses creados de unos y la ausencia de autoridad de otros. Lo malo con irregularidades de esta índole es que no se podían solventar con un informe de la OCU, sino que por desgracia muchos acababan en la sala de " éxitus " (fallecimiento de pacientes ingresados) del hospital. L

Foto de apertura por cortesía de kevin-JD de Unsplash. El llamado escándalo sexual de la embajada de Emiratos Árabes Unidos en Madrid se desató como una queja a la que se trataba de poner sordina. Pero a diferencia de lo que habría pasado en aquellas tierras lejanas de las mil y una noches, aquí no se silenció sino que se le puso un altavoz. El asunto fue muy comentado. Por el diario "Pueblo", que dio la exclusiva, desfilaron los protagonistas de esa situación vergonzosa: las víctimas y los testigos, especialmente. Todo acabó en los tribunales. Con la dificultad añadida de que, como ustedes saben, los miembros del cuerpo diplomático gozan de impunidad ante los juzgados del país donde están establecidos. Los dejo con el reportaje que publicó "Pueblo" en septiembre de 1983 ( tras haber destapado el escándalo en el mes de marzo y ofrecido todos los ángulos de la noticia durante meses) con fotos del gran Rafael Martínez . La historia había hecho su recorrido y ll