"La pluma tiene más filo que la espada".

Cuando los rusos invadieron Berlin al final de la Segunda Guerra Mundial, una de las cosas que se llevaron fue el conjunto de cilindros de grabación que contenían los conciertos del director predilecto de Hitler , Wilhelm Fürtwangler , con la Filarmónica de Berlin ( ese puesto lo acabaría ocupando el austriaco Herbert Von Karajan al final de la contienda). Las cintas fueron requisadas por un oficial del Ejercio Rojo que ni corto ni perezoso se izo con 1.500 citas clásicas del archivo sonoro de la Casa de la Radio de Masurenallee y las envió a Moscú.Esas grabaciones circulaban en el sello Melodiya , una productora y distribuidora de discos de la URSS que competía con Deutsche Grammophon , con EMI o con Philips , por citar a unos pocos. Yo mismo compré uno de ellos -con Fürtwangler a la batuta- en la tienda "Disky" de Moscú. Pasados los años, los alemanes recuperaron parte de las grabaciones y las pusieron a la venta en un cofre de 20 discos inmortalizados durante los tens

 Fue en 1968 cuando la Primavera de Praga se adelantó al mayo francés y la población checa salióa las calles a protestar, a pedir un cambio, a feclamar la libertad que el régimen comunista venía usurpándoles desde el final de la Segunda Guerra mundial. De enero a agosto se mantuvo la protesta, que fue sofocada por la invasión de las tropas soviéticas y del Pacto de Varsovia.   En un coloquio organizado por "Pueblo" en agosto de 1983, fuentes diplomáticas checas afirmaron taxativamente que la Primavera de Praga fue un montaje más de la CIA.  Les dejo aquí abajo el reportaje que recoge diversos puntos de vista sobre lo que ocurrió en la capital de la entonces Checoslovaquia.  

Foto, por cortesía de   Yulia Ilina  de  Pexels Los antiguos griegos cantaban respetuosamente a sus mayores: " Somos lo que fuísteis, seremos lo que sois ". Pero en la Unión Soviética, las tradiciones de Grecia,  la cuna de la democracia occidental, no se aplicaban con el mismo sentido.  El Partido Comunista de la URSS (PECUS) apostaba por Chernienko para sustituir a Andropov en la secretaria general. Línea dura frente a veleidades  y aperturismos que podrían degenerar en contradicciones internas que dieran al traste con el sistema comunista y la "dictadura de los trabajadores"  (como había vaticinado Marx que ocurriría con el capitalismo).  Era febrero de 1984. Quedaban cinco años para el derribo del muro de Berlín. Y siete para la  disolución oficial de la URSS, en diciembre de 1991. Konstantin Chernieko no llegó a verlo, ya que falleció en 1985, poco más de un año después de haberse convertido en el quinto secretario general del PCUS. 

 Ahora, con el contencioso entre Ucrania y Rusia,  vamos derechitos a una nueva guerra fría. Perestroika, Glastnost eran los caballos de batalla de Gorbachov. Ya en esos momentos, se empezaba a vislumbrar lo que implicaría desmontar la antigua URSS. Les dejo con esta crónica que publiqué en "El Quid" de Juan Pla en 1987.