UNA DOBLE DÉCADA REALMENTE PRODIGIOSA PARA LOS VIAJES.

Hace unos días cumplí 20 años trabajando en el proveedor mundial de tecnología de viajes Amadeus. Tras muchos años como periodista y luego asesorando a empresas, me encontré con un sector fantástico hecho de la materia de la que están hechos los sueños, además de toneladas de innovación, diversificación y la innovación más puntera.

 

                                    Foto por cortesía de pixabay.com

En las fotos de más abajo, grandes recuerdos del lanzamiento de "Voyage of Discovery", el estudio encargado por Amadeus sobre viajes accesibles en 2017: de izquierda a derecha, ejercí de maestro de ceremonias en el evento de prensa, donde las conclusiones del libro blanco fueron analizadas por Fernando Cuesta, por entonces director general de Amadeus en España; Tomas López Fernebrand, senior vice president, General Counsel & Corporate Secretary de Amadeus; Mónica Clemente, Corporate Strategy, Amadeus y el director de accesibilidad universal de Fundación ONCE, Jesús Hernández Galán.

 


Descubrí el sector de los viajes a través de Amadeus. Y desde entonces me encanta este sector. También he tenido el privilegio de asistir, en primera línea, a la impresionante evolución de esta industria -adelantada respecto a muchas otras- hacia la última tecnología que ahora se enfoca claramente  en la experiencia del viajero.

 

Más imágenes me traen recuerdos del evento Exceltur, foro de liderazgo de viajes en Madrid en 2016, donde tuve la oportunidad de hacer una entrevista en vídeo para el blog corporativo de Amadeus a Lee Mc Cabe, entonces Global Head of Travel & Commercial Services, en Facebook; y también pude ayudar a Alex Luzárraga, vicepresidente de Estrategia Corporativa de Amadeus en aquellos días, a preparar una próxima entrevista.

 


En los últimos 20 años, la forma de viajar ha cambiado radicalmente. Muchos de ustedes aún no habían nacido. Otros simplemente han olvidado algunos detalles que hoy nos parecen increíbles. ¿Recuerdan que hace dos décadas -aunque algunas agencias online ya existían en 1989-, la única forma de reservar un vuelo y un hotel era a través de una oficina de viajes?

 Muchos habrán olvidado también que, si querías despegar, no podías ir al aeropuerto sin el billete de papel que te acreditaba para el vuelo, un documento que emitía una agencia de viajes. Los billetes electrónicos eran cosa del futuro (de hecho, Amadeus fue pionera en la promoción de los billetes electrónicos entre la comunidad de agentes de viajes, logrando su implantación mucho antes de la fecha límite del 31 de mayo de 2008 fijada por la IATA).


                                           Foto por cortesía de  Tama66/pixabay.com

 Antes de realizar las gestiones necesarias para viajar a un destino lejano, era necesario ir al banco y conseguir algunos billetes en la moneda específica de nuestro destino, ya que los cajeros automáticos no estaban tan extendidos (recuerdo a un compañero que, para destinos de viaje "difíciles", sólo contaba con cheques de viaje de American Express que luego convertía en dinero real en las oficinas de esa corporación en el país en cuestión).

La tecnología digital aún no se había impuesto entre nosotros y no existían Google Maps, GPS u otras aplicaciones con información interactiva sobre los lugares turísticos de nuestro entorno. Así, los viajeros necesitaban mapas de papel, así como libros de viaje para preparar sus desplazamientos de larga distancia y guiarse sobre el terreno. A falta de teléfono móvil, había que recurrir a las cabinas telefónicas del país de destino para comunicarse con la familia. El iPod salió al mercado en 2001, pero no estaba muy extendido, y la mayoría de los viajeros llevaba su música de viaje en sus reproductores portátiles de CD (en soporte de disco compacto) y en los hoy casi olvidados Walkmans (en soporte de cinta magnética). 

 Por aquel entonces, hacía poco más de un año que los aviones y los autobuses interurbanos habían prohibido fumar a bordo. Y eran tiempos en los que no te confiscaban la navaja Victorinox o la botella de agua mineral en el control de equipajes.

 Las aerolíneas regulares incluían la comida y las bebidas en el precio del billete; años después viviríamos tiempos de menos generosidad a bordo.

 En aquella época no existían Facebook ni Instagram, así que la mayoría de los viajeros iba armada con una cámara réflex o compacta. A diferencia de los cientos de disparos de las cámaras de los móviles que son la norma hoy en día, el turista de hace 20 años hacía menos fotos, ya que no eran digitales sino analógicas, con carretes de 35 mm y capacidad para 24 ó 36 fotos …y no era recomendable desperdiciar las fotos tomadas debido al alto coste del revelado del carrete y la impresión de las copias que se hacían después.

 Al llegar al destino, la gente solía comprar, escribir y enviar postales a sus familiares o amigos con imágenes en color de la ciudad a la que viajaban. Todavía no habíamos llegado a los tiempos futuros que nos permitirían enviar fotos, videoclips o mensajes de voz a través de WhatsApp a la llegada.

 En general, la digitalización y la evolución de las telecomunicaciones móviles han transformado el sector y la forma de viajar. En los últimos 20 años han surgido nuevos elementos que han configurado los viajes tal y como los vivimos hoy:


 LOS CINCO FACTORES DEL VIAJE DE HOY 


§ vuelos más baratos (lanzamiento de aerolíneas de bajo coste)

 

§ economía colaborativa en auge (experiencias de viaje compartidas)

 

§ las aerolíneas segmentan su oferta en función de las distintas necesidades y teniendo en cuenta cuánto está dispuesto a pagar el viajero por ellas (nacimiento de servicios complementarios que incluyen aspectos como el acceso a la sala VIP, el equipaje extra, las preferencias de comida o el asiento a bordo con espacio extra)

 

§ los clientes tienen la última palabra (empoderados por las redes sociales, a través de los contenidos generados por los usuarios, las opiniones de los clientes)

 

§ la sostenibilidad gana cada vez más peso en el sector de los viajes (los viajeros eligen los medios de transporte y el destino en función de su menor impacto medioambiental)

 

Hace 2O años, acabábamos de saltar de un siglo a otro. La rápida evolución de la tecnología dejó atrás los sistemas heredados y los viajes de la vieja escuela, impulsándonos hacia el umbral de un universo en el que la noción de "¡Teletranspórtame, Scotty!" de Star Trek podría estar más cerca que nunca. ¿Quién sabe qué será lo siguiente? Incluso si aceptamos la teoría del viejo tango "Volver" de que 20 años pueden no ser gran cosa, ¡seguro que han cambiado de manera sustancial nuestra forma de viajar!

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