De hombre de confianza de Marcelo Caetano, a detenido a la espera de extradición.

 Pedro Damiao Palmeira fue miembro de la policía secreta del régimen de Salazar en Portugal. Por un maldito embrollo al que no fue ajena la revolución de los claveles, acabó en una prisión española. No quería que le extraditasen porque aducía que sería torturado o peor aun. Me mandó una carta al periódico suplicando que le escuchase y me reuní con él en la cárcel de Alcalá de Henares. 

Dijo que si lo extraditaban,  se suicidaría. Sólo supe que  su súplica fue desestimada y acabaron mandándolo para el país vecino. Una historia que comenzó mal hasta llevarnos a un final aun más amargo.

Les dejo el reportaje que publiqué en "El Imparcial". 


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