Los neonazis se entrenaban en un albergue de la Generalitat catalana

 Existe un nexo indefinido entre algunos amantes de la Opera wagneriana y el periclitado Tercer Reich. Se sabe que a Hitler le encantaba la tetralogía de Wagner y todas sus otras obras musicales. Se trata a menudo de una cuestión de referentes mitológicos. Ello no implica que si le gusta a usted la música de Wagner, tenga que salir a la calle con camisa parda, marcando el paso de la oca y con el brazo derecho en alto. Pero lo cierto es que un movimiento neonazi como CEDADE ( Círculo Español de Amigos de Europa) sí mostró gran interés por las leyendas germánicas del universo wagneriano y que, como grupo formado en Barcelona, algunos de sus miembros era asíduos espectadores de los programas wagnerianos en el Palau de la Musica de la Ciudad Condal. 

En una entrevista que le hice al presidente de CEDADE, reconoció que sus relaciones con las autoridades autonómicas catalanas lejos de ser traumáticas, habían sido ciertamente positivas. 

Les dejo el reportaje que publicó el diario "Pueblo" en agosto de 1983.