Ruiz-Mateos, tocado... y hundido.

José María Ruiz-Mateos fue un empresario controvertido. Quienes habían trabajado con él no ahorraban cumplidos para referirse al fundador de Rumasa. El gobierno del PSOE ( el ministro Miguel Boyer le daría el golpe de gracia) expropió en 1983  el consorcio Rumasa por irregularidades fiscales, según se dijo.Huyó a Londres en ese mismo año y dos años después,  fue extraditado a España. Pasó tiempo en la cárcel y huyó disfrazado cuando iba a comparecer ante la Audiencia Nacional. Este empresario gaditano, seguidor del Opus Dei, patriarca de una prole de 13 hijos, que había conseguido ser eurodiputado en 1989, falleció en 2015 a los 84 años en un hospital debido a una neumonía complicada.  

Trabajando en "Pueblo", me fui a Londres a hablar con el empresario huído. Era una persona afable, muy conversador y con ese sentido del humor del sur que se plasmaba en sus frecuentes sonrisas. "¡Tienes muy buen pelo!", me dijo durante la entrevista. Hoy, ese comentario me confirma que don José María no tenía visión de futuro, al menos en asuntos capilares.







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