¡Bienvenidos al Gran Sur marroquí!

 Recorrí buena parte de Marruecos con mi compañero el fotógrafo Maximiliano Pollés trabajando ambos para la revista mensual "Futuro" en 1991. Fue un conjunto de vivencias muy interesante: rozamos el lujo más exclusivo y también tuvimos que apresurarnos y esquivar las pedradas lanzadas por algunos mocosos contra los periodistas en Essaouira. Recorrimos las puertas del desierto, Ouarzazate,  y nos mostraron con orgullo los establecimientos hoteleros de titularidad marroquí con los que trataban de atraer clientes europeos, más allá de los franceses que seguían volviendo a su antiguo protectorado. 

Al caer la tarde, recuerdo cómo  Massimiliano y yo matábamos el tiempo jugando al fútbol en los largos pasillos de un establecimiento hotelero con enormes cucarachas aladas que hacían de improvisado balón. Acabado el partido, y ya en la habitación, al abrir el grifo del baño, en vez de agua caían estos simpáticos insectos que poblaban las tuberías. El director del hotel *** Palace decidió cambiarnos las habitaciones cuando le insinué que el nombre de  "Cafard Palace"  ( Palacio de las Cucarachas) se ajustaba más a la realidad que el que anunciaban sus rótulos.  ¡Bienvenidos al Sur! Ahlan wa Sahlan!