Alain Lamassoure: "El espacio mediterráneo, esencial para la seguridad de Europa"

Foto de apertura por cortesía de sumner-mahaffrey de Unsplash.
Si nuestras actuales relaciones bilaterales con Argelia son poco menos que desastrosas (debido a una pseudoestrategia chapucera de la Moncloa), no se puede decir nada mejor de las que mantenemos con Marruecos ( con una inestabilidad permanente agravada por la sumisión a los caprichos de Rabat y el consiguiente abandono de la justa causa en el Sahara Occidental de la RASD -República Árabe Saharaui Democrática, a la que sólo cuatro países han reconocido hasta la fecha, pero a la que la ONU concedió un referéndum para decidir o no su autodeterminación-).
Antigua provincia francesa, una y antiguo protectorado del Hexágono, la otra, las relaciones de ambas con París han sido diferentes en intensidad. Una sangrienta guerra llevó a independencia argelina, mientras que de los marroquíes se produjo una separación matizada que daba paso a acuerdos que favorecían al régimen alauí.
A escala europea, este tipo de "ententes más o menos cordiales" se ha cuidado mucho. Desde 2017 existe un acuerdo Euromediterráneo de asociación entre la Unión Europea (UE) y Argel, mientras la llamada Política Europea de de Vecindad rige las relaciones europeas con el Maghreb, Siria, Líbano , los territorios palestinos, Egipto e Israel.
En la visita que hicieron a Madrid los franceses Alain Juppé y Alain Lamassoure, este último ya me adelantaba cómo iba a ser esa infraestructura que gobernaría los acuerdos económicos, comerciales, financieros, de desarrollo sostenible de la región y de integración regional entre europeos y otros países considerados mediterráneos.
Los dejo con el reportaje que publicó en enero de 1995 el semanario Dinero, del Grupo Zeta, acerca de este importante tema.

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