Alfredo Mayo: del lodo de las trincheras, a "Cañas y barro"

Supo adaptarse sin renegar del cine que lo había encumbrado en los años 40. Alfredo Mayo, fallecido en 1985, fue un icono de la cinematografía española de posguerra, y participó en los títulos más representativos de aquella época: "El Santuario no se rinde", "Harka", "A mí la Legión" y "Raza", esta última con guión del mismísimo general Franco que le hace decir al personaje interpretado por Alfredo Mayo: "¡Mi sangre es de España!". También protagonizó papeles de galán en comedias románticas como "Deliciosamente tontos", con la actríz Amparo Rivelles.
De ser una luminaría del "star system" español de los años 40, el actor supo evolucionar hacia otro tipo de papeles, ya en su madurez, con varias series de éxito en televisión, así como las cintas de Carlos Saura "Pipermint frappé" y "La caza" (tres de amigos que habían combatido juntos en el bando de los nacionales durante la guerra civil se reúnen para cazar conejos y, al final, los roedores salen mejor parados que los cazadores, pues casi no queda en pie ni el apuntador), por el que recibió un pre mio del círculo de escritores cinematográficos.
Los dejo con el reportaje que publicó el "Dominical" de la cadena Edica en mi sección semanal "Mi foto preferida", en noviembre de 1983.

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