Nueva York brilló ante el objetivo de William Klein

La jungla de asfalto, la Gran Manzana, NYC (New York City), Nueva York ha inspirado a cineastas, pintores, poetas, escritores y fotógrafos de los cinco continentes. Esta urbe está en América del Norte, pero no representa a todos los norteamericanos, ya que los neoyorquinos están hechos de otra pasta. Ciudad dura, competitiva, cosmopolita,donde el éxito se mide en dinero ( como dijo Philippe de Nicolay, del comité de Rothschild), crisol de culturas ( existen los llamados "niuyoricas" de raíces hispánicas), encontró en la mirada de William Klein un significado nuevo.
Klein -que decía que un buen fotógrafo debe estar dotado de ojo, cerebro e intuición- retrató la ciudad a mediados de los años 50 del pasado siglo y supo captar ese ambiente callejero de barrios extremos, edificios coronados por grandes depósitos de agua, así como ese centro lleno de rascacielos y construcciones emblemáticas. Puso imagen a la música que a menudo asociamos a NYC y supo trasceder el momento. Como cantaba Frank Sinatra: "Empiecen a hacer correr la noticia. Me marcho hoy. Quiero ser parte de ella, Nueva York, Nueva York". O como concluía su tema Pedro Navaja el cantante panameño Rubén Blades: "Ocho millones de historias tiene la ciudad de Nueva York".
Los dejo con el reportaje publicado en 1997 por el semanario "Dinero" del Grupo Zeta, sobre una exposición de Klein en Madrid que nos acercó la imagen de aquella ciudad norteamericana a través de instantáneas de un tiempo que ya no volverá.

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