“Sobrevivir estos últimos 40 años le ha costado a la masonería muchísimas vidas” (Urbano Orad de la Torre)

Foto de apertura por cortesía de sofia guzeva de Pexels.
La masonería fue denostada y perseguida durante los años en que el general Franco llevó el timón de España. Desde el régimen surgido el 18 de julio de 1939 se hablaba continuamente del “contubernio judeomasónico” como causante de nuestros males históricos e incluso funcionó desde 1940 un Tribunal especial para la represión de la masonería y el comunismo que abriría expediente a unas 80.000 personas y condenaría a cerca de 9.000 individuos hasta su disolución en 1971.
De la masonería, como sociedad secreta, se sospechaba que hacía y deshacía gobiernos a su antojo durante la república. Para otros, se trataba de una organización que buscaba la iluminación y la armonía universal. Las tenidas masónicas, reuniones clandestinas, fueron comparadas por algunos con aquelarres satánicos y sobre sus miembros cayó un oscuro velo de desconfianza y temor. Y también, como cabía esperar, la consiguiente caza de brujas.
Los dejo con un controvertido artículo, con fotos de Miguel Vidal, que publicó el diario El Imparcial en 1978, con una entrevista exclusiva con el soberano gran inspector general del Grande Oriente de España , Urbano Orad de la Torre, militar republicano que fallecería en 1982.
El reportaje generaría una respuesta del señor Orad de la Torre negando extremos que habían sido grabados con cinta magnetofónica y justificando el papel positivo de la actuación de las logias masónicas, así como la contestación indignada de la familia de José Calvo Sotelo, que mostraba su repulsa a las acciones de la masonería y a la situación que llevó al asesinato del líder de la oposición conservadora en las Cortes españolas y arrastró a la nación a una guerra civil fratricida.

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