El negocio de los coches voladores florecerá a golpe de petrodólares
Por Juan Girón Roger.
En el cine, ya no nos sorprendía. Vimos a Batman surcar los cielos de Gotham City al volante de su Batmóvil en “El caballero oscuro”. Antes, ya habíamos contemplado al villano enmascarado Fantomas en su alado Citroën DS 19 huir del inspector Juve de la Sûreté de París. Ambos ingenios habían dejado atrás al Pontiac Firebird Trans-Am negro de la serie “El coche fantástico”, que contaba con Inteligencia Artificial, pero no se despegaba de la carretera. Ahora los coches voladores ya empiezan a estar entre nosotros.
Sharjah, uno de los siete emiratos de los Emiratos Árabes Unidos situado a menos de 30 kilómetros de Dubai, acaba de anunciar su apuesta decidida por este tipo de vehículos. El respaldo económico ayuda. No en vano, Sharjah ocupó el séptimo puesto en cuanto a crecimiento de las fortunas personales (cerca de 4.000 de sus ciudadanos han llegado a poseer más de un millón de dólares cada uno en la última década).
El Parque de Investigación, Tecnología e Innovación de ese emirato se ha asociado a la empresa holandesa PAL-V para desarrollar un coche bivalente para carretera y aire que ofrece soluciones avanzadas de movilidad puerta a puerta. Su ambición es que estos aparatos recorran los cielos de los Emiratos Árabes Unidos a partir de 2027. Algunos observadores creen que este enfoque será parte de la solución a los problemas del transporte en los países más desarrollados.
Se trata de vehículos de tres ruedas, con dos plazas, equipados con dos motores y rotores plegables, que pueden circular por carretera junto a otros automóviles convencionales y volverse helicópteros en un corto espacio de tiempo. Disponen de una autonomía de vuelo de 500 kilómetros y una velocidad máxima de 180 kilómetros por hora. Utilizan el mismo combustible que los automóviles tradicionales y, en pocos minutos, pasan de vehículo terrestre a autogiro. Para ello, precisan una pista de despegue de 120 metros y de unos 30 metros para aterrizar. En el aire, pueden volar hasta a 11.000 pies (cerca de 3.353 metros). Su tiempo de operatividad alcanza las 4,3 horas, con media hora de reserva de combustible.
Respecto al combustible, gastan en torno a 8 litros por cada 100 kilómetros, con una capacidad menor en almacenamiento de equipaje que un automóvil tradicional, unos 20 kilos además de ambos ocupantes. Los precios del PAL-V Liberty no están al alcance de todos los bolsillos. Desde la versión básica (Liberty Sport) hasta la versión más equipada (Pionneer Edition), el precio promedio antes de impuestos se calcula en unos 800.000 dólares (en 2018, un concesionario de Marbella ofrecía el prototipo premium por 500.000 euros antes de impuestos, aprovechando el éxito que obtuvo la presentación del vehículo volador en el Salón de Ginebra).
En Dubai y Abu Dhabi ya han anunciado que tienen previsto construir “vertipuertos” para estos vehículos, que en su versión de transporte privado se podrían alquilar por un 10% del precio de un desplazamiento en helicóptero privado.
Según Morgan Stanley, el mercado de la movilidad aérea avanzada se cifra en 2,9 billones de dólares. El presidente de PAL-V (cuya empresa matriz es Aviterra) ha compartido con los medios que su empresa tiene ya reservas prepagadas de sus vehículos por importe de unos 200 millones de dólares, un 30% de las cuales viene de Oriente Medio. Así las cosas, el negocio parece asegurado.
Entre las ventajas de este vehículo del futuro inmediato, destacan el ahorro de tiempo en los desplazamientos, evitar los embotellamientos por carretera y su sostenibilidad (ha sido aprobado por las autoridades americanas y europeas).
Si lo consideramos como una alternativa al transporte individual, este sistema requerirá no sólo contar con el carné de conducir de tipo B, sino con la licencia de piloto de helicóptero o de avión ligero. Por ello, no es de descartar que pronto veamos cómo nacen innovadores sistemas tecnológicos de detección, encaminados a multar a los nuevos pilotos susceptibles de infringir el Reglamento de Circulación Aérea.
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