Esta semana hemos celebrado en Madrid la Semana bonaerense en la Casa de América. Conexión Buenos Aires-Madrid que demuestra que, pese a los 10.000 kilómetros que nos separan, hay grandes coincidencias culturales y sobre todo una relación sólida de afecto entre ambos países y ciudades. Fue una muestra cultural auspiciada por el gobierno de Buenos Aires, la Comunidad de Madrid, el ayuntamiento de la capital y el gobierno de España. Se dieron cita elementos de una cultura compartida a veces, relacionada otras, que aunaban las sensaciones: la vista y el oído.
Raúl Lavié, en la foto superior, recreó la música compuesta por
Astor Piazzola ("Piazzola inmortal"), con quien trabajó estrechamente mientras
Astor vivió y siempre lo reivindicó en su repertorio: Libertango, María de Buenos Aires, Renaceré: preludio para el ño 3001, Moriré en Buenos Aires, Balada para un loco... Curiosamente,
Piazzola fue en vida más reconocido en el extranjero que en la Argentina, y allá casi sólo por los jóvenes, ya que fue visto por la mayoría como un compositor demasiado rompedor con la forma en que se recreaba el tango (
Nadia Boulanger, con quien
Piazzola había estudiado en París, le había dicho que su verdadero yo y su autentica música estaban en su bandeón, no en el piano). Temas sentidos e interpretados con el alma.
Lavié, con 85 años, está a la altura de su difícil misión, con su saber estar, su histrionismo y su poderosa voz. Luego el bandoneón, el piano, el contrabajo, el violín, la pareja de bailarines de tango...
Y del sonido, a la imagen. Una muestra fotográfica de profesionales y aficionados de Buenos Aires nos trajo imágenes evocadoras de una urbe conformada por la inmigración y que ha sufrido complicados avatares políticos en su historia, pese a lo cual sigue adelante con entusiasmo."Gente de mi ciudad 20-22" dio instantáneas como éstas:
"Caricaturas", imagen de Nicolas Villalobos Slepoy.
"Diego está", foto de Diego Pisani, tomada en el barrio de la Boca.
"Falling in love", de Valeria Tomassini.
"Solarium", de Enrique Limbrunner.
"Sin título", de Pablo Losada.
Y de la fotografía de aficionado, a menudo valiéndose de formatos digitales, el encuentro nos llevó al Estudio Massa, una institución fotográfica en Argentina.
Antonio -Tuni- Massa se considera, aún hoy a sus 87 primaveras, un obrero, no un aristócrata, de la cámara.
Criado e el barrio de Palermo, en Buenos Aires, sus objetivos analógicos retrataron la vida cultural de Buenos Aires durante 60 años. Fue cronista de la escena musical, sobre todo, área que su cámara mimó: Él ha dejado para la posteridad retratos llenos de personalidad de figuras de la música y el deporte. Como muestra, un botón: Vean algunas de las fotos de
Antonio Massa, verdaderos estudios psicológicos que recuparan épocas pasadas. La foto que le tomó a
Louis Armstrong, con uno de sus carretres analógicos de 24 tomas en blanco y negro, le abrió las puertas de la industria discográfica. Su secreto, captar la expresión del modelo y a través del vínculo humano, generar climas propicios para el retrato.
El "Potro".
El cantante y actor argentino "Palito" Ortega.
El cantante brasileño Roberto Carlos.
La artista italiana Raffaella Carrà.
Los cantantes españoles Julio Iglesias y Juan Manuel Serrat
Los argentinos Mercedes Sosa y Fito Páez.
Facundo Cabral, célebre cantante argentino.
El autor e intérprete musical argentino Atahualpa Yupanqui.
E
l director y actor de cine Hugo del Carril, junto a la actriz Tita Merello.
Mercedes Sosa.
Libertad Lamarque, actriz y cantante argentina.
Los músicos cubanos Pablo Milanés y Silvio Rodríguez.
Astor Piazzola, el renovador del género del tango, en sus inicios artísticos.
El director de orquesta argentino Aníbal Troilo, leyenda del tango.
Y bajo estas líneas, una imagen que se ha convertido en talismán de las artes y los escenarios argentinos:
Massa plasmó en 1984, frente al Congreso bonaerense, el afecto del maestro tanguero
Roberto "Polaco" Goyeneche por el director de orquesta
Osvaldo Pugliese. Dos monstruos del género que algunos llaman "Su Majestad, el Tango".
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